Durante estos nueve días hemos hecho lo que mejor sabemos hacer o al menos la cosa en la que más firmemente creemos, plantear alternativas para conseguir un mundo más justo donde los ciudadanos estén por encima de todo interés económico, donde no existan fronteras, donde no haya ciudadanos de segunda y de primera, donde ninguna persona sea ilegal, donde existan herramientas para que la ciudadanía pueda intervenir activamente en esta mal llamada democracia y en la que actualmente solo nos queda ir a votar cada cuatro años. En este proceso nos reunimos con los subdelegados del gobierno en Málaga y Sevilla de manera transparente, exigiéndoles responsabilidades, explicándoles el caso de Bouziane, recordando la situación actual de los CIE y todas las denuncias con las que estos cargan. Ambos, como políticos, pero también como personas, nos expresaron su voluntad de liberar a Bouziane, su solidaridad con nuestro compañero argelino. Nosotras nos mantuvimos expectantes, observando de cerca sus actos para cumplir esta promesa, pero también activos, recurriendo toda vía legal y difundiendo la historia de Bouziane por el barrio, por la ciudad, por el país y más allá de nuestras fronteras. Pedimos 5.000 firmas en dos días y nos sobraron horas para llegar a ellas. Los mensajes no han cesado y Bouziane ya es parte de todos y todas nosotras.
Hoy más que nunca, todas somos Bouziane. Hoy más que nunca todos somos personas desprotegidas de armas y redundantemente armadas con nuestras manos repletas de ganas de cambio y nuestras palabras cargadas de esperanza. Pero también con alternativas reales que podrían llevarse a cabo para todo este sistema girara en torno a los derechos de los seres humanos. Si esto es posible, ¿por qué nos siguen cerrando las puertas? ¿Por qué siguen prevaleciendo los intereses de unos pocos frente a la vida de millones de personas? No somos mercancía en manos de políticos y banqueros. Sabemos por qué y no estamos dispuestos a seguir callados. Hoy hemos dado un paso más para conseguir la petición de arraigo, otra de las vías de lucha para conseguir sacar a Bouziane de este infierno. Pero recordemos que Bouziane pueda ser deportado en cualquier momento a Argelia, donde su vida corre peligro.
Exigimos de nuevo a la subdelegación de Sevilla y de Málaga que cumpla con su palabra y su voluntad se convierta en actos. La lucha no acaba porque vamos a trabajar activamente, como han hecho cientos de colectivos antes, porque estas cloacas llamadas Centros de Internamiento para Extranjeros cierren sus puertas.
Por todo ello, desde el Movimiento 15-M en Málaga reiteramos nuestras peticiones firmes:
- Que se retiren los cargos contra los cuatro compañeros que han sido detenidos.
- Que el subdelegado cumpla y SE TRAMITE EL ARRAIGO DE SID HAMED BOUZIANE.
- Que se cumplan los Derechos Humanos y SE CIERREN LOS CENTROS DE INTERNAMIENTO DE EXTRANJEROS.
¡Libertad para Bouziane! ¡Ninguna persona es ilegal!
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